No se necesita ninguna mantención particular. Se aconseja atenerse a la
mantención programada, con particular atención al encendido y a la
instalación eléctrica.
cada 15.000 Km controlar que la instalación eléctrica trabaje en
forma eficiente, que no haya formación de óxido en las conexiones
y cambiar las bujías.
cada 30.000 Km hacer controlar por el instalador que no haya
acumulación de aceite u otros residuos en el interior del reductor
de presión.
verificar que el filtro de aire no esté sucio. Esto modificaría la
correcta relación aire/gas natural y perjudicaría al motor.
dos veces al año vaciar el contenido del sistema de enfriamiento
del motor y reemplazarlo con agua desmineralizada y el
anticorrosivo-refrigerante recomendado por su mecánico. Es
fundamental que el sistema esté limpio para que pueda funcionar
correctamente el regulador de presión que alimenta el motor. Dicho
regulador debe ser calefaccionado por el agua que circula por el
sistema de enfriamiento del motor, y si dicho sistema está sucio, no
habrá una correcta transmisión de calor en el regulador de presión.